18 diciembre, 2011

El legado de Carlos Rodríguez Oyarzún. Parte IV.



LABOR DEL EXPERTO EN HUELLAS

Una vez fijado fotográfica y planimétricamente, desempeña su labor el experto en huellas. Debe tener una visión panorámica de lo que ocurre. Estudia las vías de acceso y salida; ¿Por dónde entró el autor?, ¿Por dónde salió?, hace un cálculo aproximado en que consistirá su trabajo, se coloca en el lugar de la víctima y victimario, para realizar determinados movimientos, desplazamientos en el lugar y toma de objetos. ¿Pudo haberlo tomado? y si lo hizo ¿Con la mano derecha o izquierda? ¿De adelante hacia atrás o de atrás hacia adelante? En el mismo sitio hace un descarte de los soportes (superficies pulidas, brillantes, porosas, permeables, impermeables). El vidrio es el mejor. El experto estudia como se presenta la huella, si es nítida, si solamente son trozos de ella, si es aprovechable para un estudio comparativo o investigativo.
Si las huellas están un sitio del suceso abierto, superficies mojadas o húmedas, se deberá esperar que el objeto esté seco para proceder al revelado.
Si la evidencia está reconocida, protegida, fijada, fotográfica y planimétrica y el experto en huellas nos da la venia para proceder estamos en condiciones de recoger las evidencias, en la calle: pisadas, rastros hemáticas, balas, descerrajamiento en puertas, ventanas, fracturas de vidrios, etc.

PRIMERA INSPECCIÓN OCULAR INTERNA

Recomiendo hacerla. Los principales países de Europa, Inglaterra, Francia, Alemania, lo hacen. Los policías británicos dicen… “Se demorará unos 15 minutos contemplando el sitio del suceso, caminando en el”.
Yo digo: ni un minuto, ni tres, ni veinte. La brevedad o demora estará justificada por lo fácil o complejo del caso, por los elementos de trabajo con que se cuenta, por su fácil o difícil acceso al lugar del hecho, por las circunstancias diversas, favorables o desfavorables que rodeen el hecho, por el entrenamiento y experiencia criminalístico que posean los oficiales a cargo.
¿Método? El investigador entra solo o acompañado de su ayudante para interiorizarse en el sitio del suceso, es solamente una ojeada. Se recorre un camino que presumiblemente no recorrió ni el autor(s) ni la víctima(s): advertirá sus características: temperatura ambiental, en el momento que se calculó se produjo el hecho, hasta las variaciones que ha tenido en el instante de la labor policiaca, humedad del aire, posición del cadáver, indicios hemáticos, armas, vainillas, balas, impactos, rebotes de bala, desorden, registro (¿Por hábito de los moradores?). Detectará posibles olores ambientales: a tabaco, cigarros, cigarrillos, perfumes, éter, cloroformo, gas, olor a putrefacción, a restos alimentarios, remedios, pólvora, olor a quemado, materias fecales… Observará si el teléfono está cortado, papeles, documentos, presencia de animales domésticos, ventanas abiertas, cerradas, forzadas, fractura de vidrios, puertas abiertas, cerradas, con llave por dentro o por fuera, entornadas, luces encendidas o apagadas; persianas que dejan ver en el interior o cerradas; radio encendida, sin funcionar ¿En qué dial? ¿Qué volumen?, televisor ¿En qué canal? ¿Qué volumen? ¿Sin funcionar? Reloj ¿Funcionando? ¿Detenido? ¿A qué hora? Una vez hecha esta primera inspección ocular interna, el investigador se retira por el mismo camino que hizo al entrar, cuidando de no dejar huellas, ni deformando, deteriorando o destruyendo indicios, ni tocando objeto alguno, sin fumar. Informará por el medio de comunicación más adecuado a la Jefatura de su unidad, relatando brevemente su primera impresión del sitio del suceso. En esta primera inspección ocular interna, no se hace anotación alguna, es sólo una ojeada muy profesional y rápida. Tiene la ventaja de planificar mejor el trabajo en él, orientado la prioridad a realizar, el desplazamiento de sus subalternos; además decidirá la concurrencia de otros peritos al lugar. Reloj en mano ha cronometrado el tiempo que esto demora. En la gran mayoría de los casos es increíblemente corto. Por las razones anotadas, se justifica esta inspección.

SEGUNDA INSPECCIÓN OCULAR INTERNA         

Es decir, la inspección en el interior del inmueble. En algunas de sus dependencias, en cualesquiera de ellas, se encontrará el cadáver. Aquí entran conjuntamente el perito fotógrafo y el planimetrista quienes fijarán de acuerdo a lo ya señalado. Enseguida el experto en huellas hará su labor ya detallada. El siguiente paso es la recolección de evidencias: por ejemplo; sangre seca: primero su morfología: se trata de una mancha sanguínea, caída de altura, indica detenimiento, estrellada, con gotitas satélites, es decir, estamos interpretando. Lo describo ahora: tres manchas ligeramente redondeadas con estrellas de 1 cm de diámetro. Si se ha seguido paso a paso esta labor se deduce la importancia que cobran las reglas de oro de la criminalística.

Los triunfos y fracasos en cada labor en un sitio del suceso han dado origen a reglas de oro. Son advertencias que deben considerarse porque recuerdan que ni debe haber negligencia, desconocimiento de normas básicas, torpeza falta de firmeza, en un sitio del suceso que provocan demoras, confusión, errores, opiniones divididas. Nombro sólo algunas: “no debe haber apresuramiento”. “En el sitio del suceso debe haber un mínimum de personas” Yo agrego y solamente las útiles. “No se puede llegara un sitio del suceso con ideas preconcebidas”. Es útil aplicar también en la recolección de evidencias el principio de Local: “Dónde quiera se encuentren dos cuerpos hay un intercambio de materia entre ellos”. ¿Cómo se recoge sangre seca? Este trabajo tiene como objetivo señalar los pasos ordenados, con sistema, con método, que debieran seguirse en un sitio del suceso de homicidio principalmente, aunque el patrón pueda servir para cualquier sitio del suceso de manera que solamente enumero las formas de recoger evidencias, no el detalle minucioso porque excede las pretensiones del desarrollo de este cuadro sinóptico y atentaría contra la extensión exigida. Así las cosas, sigue siempre válida la pregunta: ¿Cómo se recoge sangre seca? Lo ideal, con el soporte. Con el tubo de Haller. (Técnica poco confiable), se da como alternativa cuando no se puede emplear otro. Con una pinza y en su extremo, un trozo de lino, todo esterilizado o muy limpio. Se procede lo mismo que en el tubo de Heller (humedecido, secado al papel filtro para evitar el exceso de agua, de nariz en la mancha, impregnación…).

Estos son métodos poco confiables porque cada vez que la mancha se humedece y se seca, se reducen las posibilidades de obtener buenos resultados en cuanto a grupo sanguíneo. Por esto se aconseja usarlos como último recurso y solamente si la mancha no se puede levantar con el soporte o no se puede emplear otra técnica. Otra técnica es del raspado, que produce muy buenos resultados en cuanto a grupos sanguíneos. Las manchas sanguíneas en forma de costra se pueden sacar usando el bisturí, una hoja de afeitar, esterilizadas o muy limpios, desprendiéndolas, levantándolas. Si se fragmentan, se trizan o rompen, se envían juntos dos trocitos y se informa de lo ocurrido. Se obtiene mucho más del LACRIM, si los pedazos pueden tratarse como una sola mancha. Las escamas de sangre pueden ser agrupadas en más sistemas que la sangre removida con tórulas.

Continuará…              



El legado de Carlos Rodríguez Oyarzún. Parte III.


Esta interrupción también tiene por objeto inspeccionar puertas, ventanas, claraboyas abiertas, mal cerradas, con fallas en las cerraduras o entornadas o descerrajadas que permitan penetrar la lluvia, granizo, ráfagas de viento, polvo  que alteren las evidencias, las hará fijar de inmediato, para cerrarlas posteriormente. Esta inspección, ya lo dije, será rápida y alcanzará todas las dependencias: patio de luz, patio, jardín, construcciones, garaje, galpón, leñera, gallinero, etc.

Al regresar lo hará por el mismo camino que supone no recorrió ni el autor (s) ni la víctima (s). Mientras el ayudante hace la labor señalada, el investigador y el médico criminalista, comprueben la muerte. Si no se cuenta con la ayuda del facultativo, el propio investigador, con los signos abióticos conocidos, en su fase inmediata: insensibilidad inmovilidad, sin pulso, facie cadavérica, cese de la respiración, tratará de determinarla. Si hay sobrevida, se trasladará en la forma más rápida al centro médico más próximo. Marcaremos con una tiza el lugar donde se encuentra, siguiendo el contorno de su cuerpo y mientras llega la ambulancia o se dispone de un vehículo adecuado para su traslado, nos fijaremos en las heridas visibles que se pueda presentar, desgarraduras de sus ropas, sangramientos, manchas de sangre, pelos, restos carbonosos en manos, fijar fotográficamente. Lo que importa es prestar socorro oportuno y eficaz a la víctima a riesgo de que el autor huya o a riesgo de destruir evidencia, dicen algunos tratadistas en criminalística. En nuestro medio, trabajando en conjunto, formando un grupo, siempre habrá un policía que se encargue de perseguir al autor o encargue su captura.

El ayudante que ya está compenetrado del sitio del suceso, y que se retira de él cuando note que está en condiciones de iniciar las entrevistas del empadronamiento, averiguará sobre la tranquilidad del barrio, de la población de las personas de mal vivir, de las con antecedentes penales o policiales, de los delitos que se cometen, de su esclarecimiento, de la vigilancia policial en el lugar, visitas a la casa del lugar del hecho, moradores recién llegados ¿quién desapareció sospechosamente después de consumado el delito? Todo esto para formarse una opinión,  en qué sector le corresponderá actuar, cual será la credibilidad de cada declarante. Preguntará acerca de alguna o algunas personas sospechosas que se vieron antes o en la comisión del delito.

¿Alguien llegó a la población, barrio, edificios de departamentos, a ofrecer, vender, comprar o cambiar algo? Comunicará de inmediato al oficial investigador cuando obtenga información útil, aprovechable, orientadora, solicitando cooperación directa a su unidad, para que ésta a su vez, encargue la detención de un sospechoso o alerte a las postas de urgencia o centros médicos que una persona herida huye.
Reanudamos la PRIMERA INSPECCIÓN OCULAR EXTERNA, interrumpida para comprobar la muerte o por factores climáticos. 

Recogemos evidencias, las que estaban convenientemente protegidas. Los pasos que hay que seguir para hacerlo son: reconocerla, protegerla, fijarla fotográficamente, planimétricamente, describirla, interpretarla.

Reconocerla: Aparentemente es muy fácil en un sitio del suceso reconocer una evidencia. No puede haber problema respecto de una bala, una pistola, un revólver, manchas de sangre, pelos, fibras… pero, no siempre es fácil. A veces, una mancha verdosa en una muralla o papel decomural o de coloración negruzca, puede ser sangre; depende de su edad, de las características del soporte. Una eyección de insectos o jugo de tomate, lápiz labial rojo, puede parecer sangre.  Un pelo que no es tal, porque es fibra. Una fibra que no es tal, porque es pelo.

Protegerla: Ya mencionamos el concepto de protección. Siempre conviene preguntarse: ¿Ese sitio del suceso internamente está bien protegido? No solamente será tarea del que protege evitar todo alteración, pérdida de cualquier material, sino que, debe impedir que se agregue material, deliberadamente, inconscientemente, de parte de curiosos o familiares (documentos, tarjetas de visita, huellas papilares, cigarrillos, etc.).
Un sitio del suceso bien protegido permitirá el trabajo ideal en él y se logrará una buena interpretación; ayudará al esclarecimiento del delito y disminuirán las posibilidades de que quede impune. En un sitio del suceso abierto conviene cubrir el cadáver con una sábana plástica o carpa lavable. En lo posible, trabajar con luz diurna, debiendo clausurarse el sitio del suceso si hay dificultades para ver bien, hasta mientras se consiga mejor iluminación. El investigador, en resumen, debe procurar que todo esté cubierto de cualquier riesgo y deberá amparar el sitio del suceso con toda la información que tenga, con toda su autoridad.
Al referirnos “protegerá el sitio del suceso”, o tratará de mejorar su protección, quiero significar con esto que se tomará en cuenta, aparte de lo que mencionó, las murallas próximas o derrumbes o dependencias deficientemente alumbradas.

Fijación fotográfica: Este método es el más eficaz para retener la evidencia; entonces aprovechémosla bien. Que no se preste a dudas lo que se ve en la fotografía, por distorsión, aparentemente inexacta; por haber tomado un ángulo indebido o el negativo está invertido. La fotografía forense debe cumplir con dos requisitos esenciales: nitidez y exactitud.
La realidad de un sitio del suceso y ya lo advertí antes, debe reflejarse en lo intacto, preciso, inalterable de la fijación y esta realidad no puede ser alterada por una fotografía forense descuidada o deficiente.
Lo que se pretende es que las fotografías sean ilustrativas, tanto para los investigadores, como para el tribunal. El fotógrafo forense tomará una fotografía en una visión panorámica que abarque preferentemente todo o la mayor parte del lugar del hecho, empezando desde la puerta, el interior y en diversos ángulos: De lo general a lo particular, de lo particular al detalle y del detalle, al más mínimo detalle.

Fijación planimétrica: Esto requiere exactitud. No se puede medir en esta forma: … “a cuatro traveses de dedos de la cola de la ceja derecha…” o a …”más o menos cien milímetros del lóbulo de la oreja izquierda…”. La planimetría tiene una orientación al señalar los puntos cardinales intermedios: suroriente, norponiente. Esta planimetría debe ser esquemática, no debe tener exceso de detalles o aclaraciones, de anotaciones ni flechas indicando distancias. Esto se consigue con croquis o planos auxiliares donde se detalla en particular, por ejemplo: heridas a bala, desgarraduras de las ropas. O en detalle: dibujo de una joya, de un arma. El perito planimetrista entra conjuntamente con el fotógrafo forense. Adoptará las diversas maneras que existen para hacer su labor o buscar evidencias, entre otros métodos: franjas pequeñas, doble franja, espiral, rueda, zona.

Descripción escrita: Desde la primera inspección ocular externa, el oficial investigador, dictará a un ayudante, quien escribirá lo concerniente a esta inspección: lugares de acceso, de salida, temperatura, tiempo, visibilidad, descerrajamiento… ¿Se usó ganzúa, “napoleón”, “diablito”, escalamiento, forado… para entrar, robar y después matar?... ¿Con el ánimo preconcebido de matar y después robar…?, manchas diversas, pisadas humanas, calzadas, con media, calcetín o pie desnudo; pisadas de animal en delitos semi rurales, rurales, en parcelas, fundos, cascos, herraduras, clavos sueltos, clavos que faltan, clavos desgastados en forma peculiar, sólo trozos de herraduras. En las pisadas de animales, buscar su complemento (orina, excremento, pelos, huellas paralelas, lisas o estriadas, neumáticos de carretón, carretela o cualquier vehículo a tracción animal). Detalles que deben observarse en una descripción en esta primera inspección ocular externa.
Rastros hemáticos, morfología de las manchas sanguíneas, pisadas, descerrajamiento, armas… Ejemplo de descripción: “manchas sanguíneas en número de cinco, ligeramente redondeadas, de 1,5 cm de diámetro”.

Interpretación: Aprovecho que recién describí unas manchas sanguíneas. Ahora las interpreto para deducir la diferencia que existe entre uno y otro concepto… “Estas cinco manchas sanguíneas son de goteo de altura, indica, detenimiento, son estrelladas, con gotita satélites. La sangre emana aproximadamente de 1,70 m de altura. Esto es interpretar o lo que es igual, tomar nota de la evidencia: su presencia en sitio del suceso, su ubicación ¿Por qué está ahí? ¿Corresponde al sitio del suceso? ¿La colocaron deliberadamente para inculpar a otro? ¿Para despistar a la policía? ¿Para culpar a la propia víctima? Y si corresponde al sitio del suceso ¿Se justifica que se encuentre en esa forma? ¿Ubicación? ¿Estado?... Continuará